domingo, 24 de octubre de 2010

CRÓNICA DE UNA MUERTE PENSADA

Desde las alturas todo se veía diferente, podía ver desde arriba el mundo que tanto odiaba. La gente, que nada le importaba, apenas eran pequeñas manchas moviéndose locamente de un lado para otro. Los bocinazos de los coches aumentaban todavía más su dolor de cabeza. La lluvia le había empapado, pero el ya no sentía humedad, ni frío ni tristeza, había dejado de sentir hacía ya mucho tiempo.
            -Esta noche acabará todo. –Pensó
            En un momento levantó la vista, y a través de una ventana del edificio de enfrente pudo ver a una pareja besándose apasionadamente en la cama. Él le decía algo al oído, ella reía, al cabo de un rato estaban haciendo el amor envueltos en un aura de cariño y afecto.
La escena era preciosa, él la presenciaba con indiferencia, su semblante era serio, y su mirada gozaba de la determinación que poseen aquellos que han tomado una decisión irrevocable.
            Aunque su cara no mostraba emoción alguna, una lágrima empezó a deslizarse por su mejilla, él dejó que recorriera su rostro… y al final cayó al vacío, pudo ver como su lágrima trazaba el camino que él iba a seguir a continuación.
            De pie en aquella cornisa inspiró y espiró por última vez antes de lanzarse al abismo.
            Cuando abrió los ojos vio un corro de gente arremolinarse a su alrededor, se levantó, pero las miradas ya no se dirigían a él, sino a su cuerpo, ahora sin vida en el asfalto.
            Huyó de ahí presa del pánico… ¡Pero qué extraña era esa sensación para él!, sentía miedo, hacía tanto tiempo que no sentía nada…
            Recorrió las calles, solitario, prestando atención a cada persona, observando sus caras, sus gestos; escuchando sus diálogos, y disfrutando sus alegrías. Se quedó mirando a unos niños, que jugaban en un charco mientras reían despreocupadamente…
            Enseguida se dio cuenta de todo lo que había perdido y ya nunca más tendría…
            -¡Cuanta vida se respira en cada soplo de aire! ¡Cuanta belleza reside en los árboles, en el viento, en la lluvia…!
            Con este pensamiento supo el muerto que no había amado… qué nunca más podría hacerlo.
            -¡Cuántas cosas me perdí, y morí por no encontrarlas!


Maldito sea el hombre, que cuando tiene ansía más, y si lo pierde, se tortura por no ver lo que tenía.

4 comentarios:

  1. Enorabuena por su primer blog y su primer post, espero que este sea el inicio de una gran carrera de escriba xD y que su blog llegue a ser muy conocido, no se desespere, poco a poco,su literatura es buena, asi que sin duda el blog tendrá seguidores. Asi que animo Daniel

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  2. impresionante maxo....ya tienes aqui a un visitante con ganas de mas! menudas obras maestras q salen de tu cabeza! mu...este blog merece mucho la pena! con relatos como estos puedes llegar a donde quieras mu!!!!!
    repito: impresionante maxo...

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  3. Aunque tenga poco tiempo para leer otros textos que no sean mis libros de clase, he hecho una paradita y me ha asombrado de una manera muy grata tu blog, vamos que como dice gonzalo... impresionante jeje. Me alegro tio que te animes a estas cosillas y avisame para cuando hagas mas cosillas asi que me animare. Esperando mas historias... Un saludo mu grande dani... cuidatela con.... jejeje. chao

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  4. muy bueno Dani; soy Lalo, te seguiré de cerca

    un abrazo desde La Locura Nos Salvará ;)

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