jueves, 4 de noviembre de 2010

UN SECRETO ESCONDIDO. Capítulo 3

Pasé una noche horrible. Las pesadillas sobre la muerte de mi mujer se sucedían una tras otra. Se me aparecía con la cara ensangrentada dentro del coche destrozado. Me susurraba una única palabra…”Ayúdame”.
Un sudor frío recorría mi cuerpo, abrí los ojos. La luz del sol inundaba la habitación, así que decidí levantarme. Se veía el lago desde la ventana, era una vista preciosa. Sara se empeñó en comprar esta cabaña, decía que sería nuestro templo, que nadie nos podría molestar.
Al principio pasábamos aquí casi todos los fines de semana, nos bañábamos en el lago, nos tumbábamos fuera a ver las estrellas, hacíamos el amor… Más tarde la empresa para la que trabajo se empeñó en invertir en el extranjero. Me concedieron el puesto de comercial, mi nómina se incrementó considerablemente, pero pasaba semanas fuera de casa.

Sara debió pasar aquí los días antes a su muerte mientras yo estaba en Canadá firmando una venta. El escritorio estaba lleno de papeles. Tardé en ver un sobre rojo que asomaba entre los folios. Cuando éramos jóvenes nos mandábamos cartas en sobres rojos, era nuestra seña de identidad. Lo abrí y leí la única frase que escribió: “Lo esencial es invisible a los ojos”.
No tenía ni idea que me quería decir con eso. Miré el papel a través de la luz pero no vi nada extraño. Decidí guardármelo. Ya investigaría más adelante que significaba aquello. Aquí no podía hacer nada.

El sonido de la cafetera despertó a Trent, que estaba dormido en el sofá. La noche anterior insistió mucho en no dejarme solo, quería ir a un hotel, pero le informe de la existencia de este lugar.
Se notaba que había dormido poco, tenía los ojos enrojecidos y unas ojeras atroces. Seguramente había estado toda la noche sin pegar ojo hasta que el sueño le arrebató unas horas. Quizá una.

-Buenos días señor Sullivan.
Me saludó a través de la barra americana que separa el salón de la cocina.
-Buenos días Trent. Siento haberle despertado con el ruido.
-Nada, no se preocupe. ¿Qué tal? ¿Cómo ha pasado la noche?
Decidí no mencionarle nada del sobre. Supuse que Sara quería que solo lo leyera yo. Ya tendría tiempo de decírselo si necesitaba su ayuda.
-Bueno, he tenido noches mejores.
Le dejé el café en la barra.
-¿Un poco de leche o solo?
-Solo, gracias.
Le dio un sorbo y siguió hablando.
-Señor Sullivan, tengo que ir a Washington, he de ver a unos viejos amigos, quizá puedan ayudarme a arrojar un poco de luz a todo esto.
-Le acompañaré. Buscaré información por mi cuenta.

El tráfico era ligero, tardamos en llegar una hora y media. Trent me dejó en la plaza del Capitolio.
-A cualquier cosa sospechosa que vea llámeme. No le cuente a nadie lo que pasó anoche. Dentro de tres horas nos vemos aquí.
Cerré la puerta y se alejó. El cielo comenzó a nublarse. Se respiraba la humedad. Todo hacía presagiar que no iba a ser un buen día.


6 comentarios:

  1. cojonudo!! quiero el capitulo 4....muy bueno!!

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  2. Bravísimo, hermano mio!!!!!!! ;)

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  3. Más ,quiero más.


    Domingo Bueno

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  4. Y yo quiero saber por qué se presagia un mal día!
    Sigue así :)

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  5. Daniii qe hay en el sobre rojo que no se ve??
    que emocion que intriga qeu dolor de barriga!!xD

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  6. Esto promete estar muy bien. Nos vas a tener pendientes de ti muchos dias. Seguro que la espera merece la pena.

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